Haciendo que los niños selectivos al comer se vuelvan amantes de las verduras
3 de abril de 2024
Tengo dos misiones. En el día a día, solo quiero ver a los niños comer bien con una sonrisa en la cara. Pero mi misión más grande es criar una generación de personas que coman sano.
En nuestro distrito escolar en Santa Cruz, y en muchos otros distritos escolares de California, existe una fruta o verdura del mes. Suele ser alguna de temporada o de producción local. En marzo, nuestra fruta o verdura del mes es la col rizada.
Tuve un estudiante que todos los días decía: “No quiero comer fruta, no quiero comer verdura”. Un día, nuestro chef hizo unos chips de col rizada fresca, así que le dije al chico: “Hagamos un trato. Si te comes un chip de col rizada, hoy no tienes que comer la porción de fruta”. “De acuerdo, trato hecho”, respondió.
Se comió el chip de col rizada, y lo siguiente que hizo fue levantarse y hacer un bailecito. Me dijo “No sabía que me iban a gustar los chips de col rizada. ¿Puedo comer más?”. “Claro que sí”, le respondí. Pero mi parte favorita fue que, más tarde, vino su mamá con uno de nuestros trabajadores del comedor y le dijo: “¿Me podrían dar la receta de los chips de col rizada?”.
Cosas como esta pueden parecernos pequeñas como adultos, pero pueden ser muy importantes en la vida de un niño. Un día decidimos hacer chips de col rizada. Parece una decisión insignificante, pero aquí está el caso de este estudiante, que no quería verduras en su plato, ni mucho menos comerlas. Ahí es cuando te das cuenta: estamos cambiando la manera en la que comen los niños.
El almuerzo escolar que estamos sirviendo ahora no es el almuerzo escolar con el que tal vez creciste. Estamos tratando de hacer cosas increíbles e innovadoras. Una mamá vino y me dijo: “Me he estado sintiendo culpable porque mi hijo quería comer el almuerzo escolar y yo pensaba que tal vez la comida no era muy buena”. Esa es la razón por la que es tan importante incorporar a los padres de familia en el proceso, para que vean cómo está cambiando la comida escolar.
Yo soy sólo una persona en un distrito escolar, pero formo parte de un movimiento más amplio en California, y juntos estamos cambiando las cosas. La gente ahora está pensando cómo enseñar a los niños a comer bien en las escuelas para que quieran seguir comiendo de esa manera el resto de su vida.
Hacer este trabajo siempre vale la pena, porque sabes que estás haciendo que los niños coman muy buena comida, y al mismo tiempo estás sentando las bases para formar hábitos alimenticios saludables de por vida.